Partimos desde el pueblo, Casas de Castañar.
El paisaje es increíble, un bosque de robles inmenso y sólo algunos castaños que sobrevivieron a la «tiña» , una de las enfermedades más devastadoras del castaño. Las hojas todavia no están en su máximo esplendor, sobre todo en las zonas altas, me imagino el bosque tan frondoso que habrá de aquí a un mes, dónde la luz casi no penetra… y ahí es dónde vamos, en busca de estos castaños centenarios que siguen en pié después de tantas primaveras.
Por el camino nos encontramos con algunos castaños enormes, aunque no declarados como árbol singular, se puede observar su grandeza, algunos han perdido sus partes con el paso de los años. Cuentan que antiguamente los pastores que andaban por estas sierras con sus rebaños, utilizaban algunos de éstos castaños para refugiar a los cabritillos recién nacidos, los dejaban ahi mientras subian a la sierra para darle de comer a sus cabras.
A pocos metros de éstos, nos encontramos con «la fuente de las Escobachas», situado en el paraje de la Sierra de San Bernabé. Aquí están, dos de los majestuosos castaños que buscamos, se llaman así porque justo al lado hay una fuente, casi destruida, llamada con ese nombre.

Castaño de las Escobanchas

Fuente de las Escobanchas

Árbol singular, castaño de las Escobanchas
Éste, tiene un porte muy figurativo, poco común, que recuerda a una mano abierta. Una parte de él no ha soportado el peso y una de sus grandes ramas a caído al suelo. Su perímetro supera los 7 metros y tiene más de 100 años. Son dos de los mayores castaños de Extremadura.
En la rama resquebrajada podemos observar el paso de los años, sus anillos, que se pueden contar perfectamente, delatan su edad…es increible admirarlo!
Después de observarlo durante un buen rato y agarrarnos a él para que nos trasmita toda su energia positiva, seguimos nuestro camino por la Sierra de San Bernabé, seguimos viendo algunos gigantes solitarios…o lo que queda de ellos…
Aquí está, solitario, como si el tiempo no hubiese pasado por él, otro de los grandes….aunque tampoco declarado arbol singular, «El castaño de Realengos», éste ejemplar supera los 25 metros y tiene un perímetro de 6 metros, conserva perfectamente su porte natural, algo dificil en ésta especie.

Castaño de Realengos
Tomamos un camino que gira a la izquierda para empezar a bajar y observar el más grande de todos, el jefe….. pero antes nos encontramos con 5 de sus hermanos, todos juntos, algunos carbonizados en su interior después de haber sobrevivido a varios incendios.
Ya vemos muy cerquita el pueblo, «El Escondelobo» se hace de rogar y nosotros estamos impacientes de ver a éste majestuoso árbol que nació en plena Edad Media. Tomamos un camino que se estrecha y que nos conduce hasta él, aquí está…..»El Castaño de Escondelobo o Condelobo» imaginamos que su nombre se debe a que en este paraje antiguamente habia muchos lobos…

Castaño de Escondelobo
Tiene unos 700 años de vida, es el mayor de los castaños a nivel regional y nacional, con unos 10 metros de diametro, sólo sobrevive un 10% de él, y ya es mucho para la longevidad de éste especimen. Se ven perfectamente las heridas de los años, totalmente hueco por dentro, al igual que sus hermanos, le ha tocado sobrevivir a los incendios, su madera está negra por muchos sitios, sobre todo en su interior. Que cantidad de batallas ha tenido que ver, si pudiera hablar…….
Esperamos que podamos seguir viendo por muchos años más a éste patriarca y a todos sus hermanos en éste paraje tan espectacular.