Aquí os dejo un soneto que compuse a un coto privado extremeño de los hay varios en el término municipal de mi querido pueblecito de Jaraicejo, donde «juegan a la guerra» con los ciervos y otros animales gentes procedentes de otras regiones y otros países. El puesto de caza s cotiza a buen precio, pero las transacciones pecuniarias se hacen en Madrid y el dinero que produce este cruento negocio no revierte al pueblo, sino que se va a la capital del reino. Saludos cordiales y amistosos deun extremeño de la ausencia
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona
Vocal de Cultura del Hogar Extremeño de Barcelona
A UN COTO PRIVADO EXTREMEÑO (1)
Prohibido respirar…porque es privado
esa encina, ese campo y ese viento
y hasta el aire que aspiras en tu aliento
con el hierro de un amo está marcado.
Entre rejas de alambre, han encerrado
el latido caliente y turbulento
de ese río de vida en movimiento
bajo forma de liebre o de venado.
Para coto privado es reservada
esta tierra de verde vestimenta
y esa vida que nace condenada
a vivir al temor de una tormenta
de pólvora y de plomo…, granizada
que mata impunemente lo que alienta.
(1)Este soneto, junto con otros tres, ganaron el Primer Premio del Certamen Regional de Extremadura, «Martes Mayor» de Plasencia (Cáceres), de 1983.
Aquí os dejo un soneto que compuse a un coto privado extremeño de los hay varios en el término municipal de mi querido pueblecito de Jaraicejo, donde «juegan a la guerra» con los ciervos y otros animales gentes procedentes de otras regiones y otros países. El puesto de caza s cotiza a buen precio, pero las transacciones pecuniarias se hacen en Madrid y el dinero que produce este cruento negocio no revierte al pueblo, sino que se va a la capital del reino. Saludos cordiales y amistosos deun extremeño de la ausencia
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona
Vocal de Cultura del Hogar Extremeño de Barcelona
A UN COTO PRIVADO EXTREMEÑO (1)
Prohibido respirar…porque es privado
esa encina, ese campo y ese viento
y hasta el aire que aspiras en tu aliento
con el hierro de un amo está marcado.
Entre rejas de alambre, han encerrado
el latido caliente y turbulento
de ese río de vida en movimiento
bajo forma de liebre o de venado.
Para coto privado es reservada
esta tierra de verde vestimenta
y esa vida que nace condenada
a vivir al temor de una tormenta
de pólvora y de plomo…, granizada
que mata impunemente lo que alienta.
(1)Este soneto, junto con otros tres, ganaron el Primer Premio del Certamen Regional de Extremadura, «Martes Mayor» de Plasencia (Cáceres), de 1983.