Ruta por el Convento de la Coria.
Fundación Xavier de Salas.
Intramuros de Trujillo. Extremadura
En el siglo XV estaban las casas de Juana García donde vivían ocho beatas terciarias franciscanas en clausura y con escasa renta. Una de estas hermanas llamada Inés de Cristo, hija de Gómez González de Carvajal y viuda de Gonzalo Carrasco, inicia las obras del convento de S. Francisco el Real de la Coria; sor Inés fue ayudada por su hermano Diego de Carvajal que era arcediano de la catedral de Plasencia y el nuevo convento se hizo en terreno de la familia Carvajal.
Llegó a tener buena fama y entre sus santos muros se refugiaron grandes señoras viudas y profesaban jóvenes doncellas de la mejor sociedad local. Allí vivió una tia de don Gonzalo Pizarro atendida por su sirvienta Francisca González, madre que sería de Francisco Pizarro el Conquistador del Perú e hijo bastardo del citado don Gonzalo. Don Juan de Austria refugió en el convento a doña Magdalena de Ulloa con quien algunos dicen llegó también la intrigante princesa de Évoli y bella amante del adalid de Lepanto.
Después de la exclautración de 1836 ya no volvieron las monjas a su viejo monasterio, arruinado, metiéndose en el convento de San Pedro. Estas benerables ruinas fueron visitadas por don Miguel de Unamuno donde sorprendió infraganti una timba de jugadores del cané. En estos tiempos sus restos fueron comprados por particulares donde han creado y afincado la Fundación Xavier de Salas.